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el periodico de saltillo
Marzo 2014, No. 301


Consolidar la zona Metropolitana de La Laguna, en lugar de pensar en ELLA

En el orden práctico, no siempre bastan las teorías.
Henrik Ibsen.


zona metropolitana

Jesús M. Moreno Mejía.

Existe la idea de hacer una realidad un viejo sueño lagunero: la creación del Estado de La Laguna (ELLA), y para ello se ha conformado un proyecto que ilusoriamente se basa en obtener las suficientes firmas de conciudadanos de la Región Lagunera para llevar la iniciativa al Congreso de la Unión y obtener el beneplácito de los legisladores.

El deseo de constituir el Estado Libre y Soberano de La Laguna no es un programa nuevo, pues el planteamiento tiene sus primeros antecedentes en los años 50 ó 60 del siglo pasado, pero existe otro más reciente que pudiera consolidarse antes que el sueño de ELLA: la creación de la llamada Zona Metropolitana (integrada por los municipios de Torreón, Gómez Palacio, Lerdo y Matamoros), la cual ha dado ya sus primeros pasos.

Lo ideal sería la creación de la trigésima tercera entidad federativa de la República Mexicana (no la trigésima segunda como se maneja en ocasiones por parte de algunos promotores de ELLA, a través de Wikipedia), pero en un plan realista se antoja como un proyecto inconcebible por varias razones.

El planteamiento inicial (el de mediados del siglo pasado) era inocente como el pensamiento de un niño, pero fue madurando en una segunda etapa, como la mente de un joven imberbe, que cree todo poder sin conocer la realidad de la vida, y actualmente se encuentra en etapas más avanzadas, pero carentes de amplio criterio y en algunos casos hasta contaminado con visos políticos.

Los nombres de los iniciadores de la idea de crear el Estado de La Laguna, se han olvidado con el paso del tiempo, pero se recuerda a quienes con conocimientos legales llevaron a cabo diversas actividades tendientes a lograrlo, lamentablemente sin éxito, y entre los promotores de esa etapa se cuentan los licenciados en derecho Manuel Negrete III, Manuel Pinto Ríos, Carlos Bracho y Edmundo Gallardo.

De esos cuatro abogados sólo el último de ellos aún aparece en uno de los diversos grupos que propugnan por la creación del Estado de La Laguna, Edmundo Gallardo, pero figurando sólo con nombramiento honorífico, pues son Roberto Rodríguez y Gabriel Aguirre Barousse, representantes de Coparmex Laguna, los que encabezan el Pacto Lagunero Pro constitución del pretendido trigésimo tercer Estado.

Negrete, Pinto, Bracho y Gallardo, elaboraron los documentos legales correspondientes; se entrevistaron con legisladores y funcionarios federales, buscando la aprobación de la constitución del Estado Libre y Soberano de La Laguna, e incluso organizaron una marcha a la ciudad de México, llamada por ellos Maratón Pro Estado de La Laguna, que llegó hasta la residencia presidencial de Los Pinos, donde se les aseguró que su proyecto sería apoyado para que fuera una realidad. Lo que obviamente nunca ocurrió.

Era tal entusiasmo de ellos que mandaron hacer playeras con la inscripción de la gráfica del plano del Estado de La Laguna, pagadas por Manuel Barlett Díaz, quien para ese entonces buscaba ser candidato del PRI a Presidente de México. Quien esto escribe tiene una de esas playeras obsequiadas por esos abogados.

El 23 de noviembre de 1990 hubo una iniciativa presentada ante el Congreso de la Unión por la fracción parlamentaria del desaparecido Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) ante la LIV Legislatura, solicitando fuera reformada la Constitución para erigir el Estado Libre y Soberano de La Laguna.

Se argumentaba en dicho punto de acuerdo como razonamientos para crear la 33 entidad federativa, antecedentes históricos, fundamentos de infraestructura económica “que reditúan (supuestamente en ese entonces) ingresos por tres mil billones de pesos al año”, según el documento de dicha iniciativa, basado seguramente en los devaluados pesos de aquel entonces.

Pero volviendo a la actualidad, son ya cuando menos cuatro las agrupaciones que propugnan por la creación del pretendido Estado Libre de La Laguna, argumentando la necesidad de separarse políticamente de Coahuila y de Durango, “pues es aquí donde se generan mayores ingresos por concepto de impuestos, derechos, aprovechamientos y contribuciones especiales, que son canalizados a la capital de esos estados, de lo cual sólo regresan una mínima parte”.

Aparte del Comité pro Constitución del Estado Libre y Soberano de La Laguna de la Coparmex Laguna, S.P., figura la organización denominada Proyecto ELLA, que encabeza el empresario Pedro Luis Martín Bringas (Soriana); un tercero que también está conformado por empresarios que no pertenecen a las dos anteriores organizaciones, pero que se dice tienen fines políticos, y otro grupo universitario de instituciones privadas de educación superior. Más las que se vayan sumando con el paso del tiempo.

La aparente finalidad es una: la creación de una nueva entidad federativa libre y soberana, que agrupe tanto municipios de la Comarca Lagunera de Coahuila y de Durango (algunas agrupaciones considerando cinco municipios “naturales” de Coahuila: Torreón, Matamoros, San Pedro, Francisco I. Madero y Viesca, y otros incluyendo al municipio de Parras, así como otros consideran diez y hasta quince municipios de La Laguna de Durango), pero al parecer cada uno con diferentes enfoques (políticos o de algún otro interés).

Cabe recordar que también hubo otra idea para unificar a la Región Lagunera, que surgió como idea del expresidente Carlos Salinas de Gortari, denominada “Nueva Laguna”, pero que no prosperó pues el mandatario no era bien visto por algunos sectores sociales de aquel entonces, e incluso se habla de que en una de las visitas presidenciales que hizo a La Laguna, fue lapidado el autobús en que viajaba y una piedra le dio en una mano, y eso fue suficiente para que no se consolidara el mencionado proyecto.

Lo anterior sólo trascendió en los mentideros de cafés y bares, pues nunca hubo una comprobación de que ese hecho hubiera ocurrido, pero lo cierto es que Salinas nunca volvió a regresar ni a mencionarse nada del plan “Nueva Laguna”, salvo ese nombre dado a cuando menos una colonia proletaria y a un colegio particular.

Se asegura que han existido personajes de la política regional que han apoyado la idea de crear un trigésimo tercer estado con el nombre de La Laguna, pero que se vinieron abajo al ser asesinado el candidato oficial del Partido Revolucionario Institucional, Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien aparentemente apoyaba dicho proyecto.

Pero no sólo en esta comarca se ha pretendido crear una nueva entidad federativa en nuestro país, pues la misma idea ha existido en otras regiones que han propugnado por la creación de un nuevo estado, como ha ocurrido desde principios del siglo pasado en La Huasteca, que comprende parte de los estados de Veracruz, Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro y Puebla.

El 22 de noviembre de 2005, según aparece en la nota No. 2845 de Comunicación Social de la LXII Legislatura de la Cámara de Comercio del Congreso de la Unión, el Profr. Benjamín Loredo Baena, secretario del Comité Pro Estado Husteco, visitó la sede del Poder Legislativo con el propósito de que el diputado Benjamín Sagahon Medina, del PRI, fuera el gestor en la propuesta de crear el Estado Huasteco.

De conformarte ese nuevo Estado compren- dería 19 municipios de San Luis Potosí, que es la zona husteca, así como siete municipios del norte de Veracruz, señalando existe mucha simpatía por la conformación del nuevo Estado, incluyendo alcaldes y ganaderos de esa región, “quienes han dado todo su apoyo”. Sin embargo, nada se ha resuelto.

Otras regiones del país también han querido independizarse de las entidades a las que pertenecen, pero todo ha quedado en proyecto.

Es por ello que la sociedad civil de la Comarca Lagunera de Coahuila y de Durango debería integrarse directamente al proyecto de la Zona Metropolitana, y no dejar sólo a las autoridades de los municipios conurbados a que lleven a cabo la iniciativa de avanzar en ese proyecto, a fin de que la ciudadanía participe directamente en los beneficios de ese plan oficial y no dejar que sólo sean los presidentes municipales de Torreón, Gómez Palacio, Lerdo y Matamoros, “sabrá Dios con qué fines”, opinó un líder de opinión y luchador social. ¿No cree usted, amable lector?

¡Hasta la próxima!

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